1 Kg de almejas
4 dientes de ajo
2 cucharadas de harina
1 vaso grande de vino blanco
2 vasos grandes de agua
6 ramitas de perejil
aceite de oliva vírgen
sal gruesa
Procedimiento
Corta los dientes de ajo en láminas finas.
Calienta el fondo de un caldero de aceite a fuego lento y luego echa el ajo.
Cuando el ajo esté ligeramente dorado, añade la harina y remueve hasta que coja color.
Luego echa el vino y el agua, sube un poco el fuego y espera a que rompa a hervir.
Echa las almejas y déjalas cocinar un par de minutos.
Mientras se hacen las almejas, junta la sal y el perejil en un mortero y machácalos juntos.
Cuando apartes las almejas, recoge un par de cucharadas de la salsa, viértelas en el mortero y mezcla el majado de sal y perejil.
Finalmente echa el majado en el caldero y remueve hasta que coja un color verdoso.
Corta los dientes de ajo en láminas finas.
Calienta el fondo de un caldero de aceite a fuego lento y luego echa el ajo.
Cuando el ajo esté ligeramente dorado, añade la harina y remueve hasta que coja color.
Luego echa el vino y el agua, sube un poco el fuego y espera a que rompa a hervir.
Echa las almejas y déjalas cocinar un par de minutos.
Mientras se hacen las almejas, junta la sal y el perejil en un mortero y machácalos juntos.
Cuando apartes las almejas, recoge un par de cucharadas de la salsa, viértelas en el mortero y mezcla el majado de sal y perejil.
Finalmente echa el majado en el caldero y remueve hasta que coja un color verdoso.
Las almejas requieren poco tiempo de cocción. Con un par de minutos bastará.
Machaca el perejil junto con la sal gruesa. Así la sal ayudará a picar las hojas.
Machaca el perejil junto con la sal gruesa. Así la sal ayudará a picar las hojas.
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