Ingredientes
La paella lleva arroz redondo o tipo bomba, tomate (mucho mejor troceado que en bote), judía verde, garrofón (val. garrofó o fesol de garrofa), tavella, pollo y conejo. Se usa el azafrán para darle más sabor y color al arroz. Además, ocasionalmente, se pone romero después de añadir el arroz, que le da muy buen sabor, y a la hora de comer es muy popular añadir unas gotas de limón, pero solo se añade en caso de que haya salido algo quemada para disimularlo, pues si no, el autentico sabor queda enmascarado por la acidez del limón. En algunas comarcas también se añade pimiento al sofrito y, en temporada, alcachofas, a veces según la comarca, otras veces según la temporada de cada verdura. También es perfectamente legítimo el uso de carne de pato en vez de pollo, que da un sabor muy agradable al arroz y una textura especialmente melosa al plato.
Modo de preparación
Básicamente se elabora un sofrito con el ingrediente principal, normalmente pollo y conejo. Ponemos el aceite de oliva en la paella (la cantidad de aceite variará según el tamaño de la paella y la cantidad de carne) y se añade la carne y se sala, una vez bien frita la carne se añade la judía verde, el garrofón, la tabella y por último el tomate con un poco de ajo cortado muy fino.
Se rehogan las verduras junto al pollo y conejo removiéndolo frecuentemente, cuando esté la verdura rehogada se añade un poquito de pimentón dulce, se vuelve a remover (sin que se queme el pimentón), inmediatamente se añade agua hasta casi llenar la paella, se añade el colorante o azafrán y se hierve a fuego fuerte durante no menos de 30 minutos, (la norma es hervir hasta que el caldo reduzca alcanzando la altura de los remaches de las asas o un poco menos).
Se rectifica el punto de sal (que quede un pelín salado) y echamos el arroz (lo realmente difícil es saber la cantidad exacta de arroz, unos dicen que hay que hacer un "caballón" con el arroz de lado a lado de la paella hasta que sobresalga justo por encima del caldo, otros que doble de caldo que de arroz y otros según el tamaño de la paella ya saben de antemano si un kilo o medio o un kilo y cuarto, lo cierto es que cada uno tiene su truco). Para las personas menos expertas y que quieren un truco fácil para saber la relación caldo/arroz se aconseja una simple medición: normalmente para preparar cualquier tipo de arroz se echa el doble de agua que de arroz, pero como en la paella el agua debe dejarse hirviendo con la carne y la verdura hemos de aumentar la proporción de agua para no quedarnos cortos de caldo. "Ese poco más de agua" es un secreto que se aprende con la práctica, por ejemplo, si vamos a poner cuatro vasos de arroz pondremos no 8 vasos de agua sino unos 10 ó 11 de agua para el caldo. En base a esa relación, podemos calcular otras mayores o inferiores.
Remover el arroz para repartirlo de forma homogénea, una vez hecho esto ya no hay que volverlo a remover. Mantener a fuego vivo durante los primeros minutos de cocción del arroz. El tiempo que el arroz debe estar en cocción es diferente según la variedad. Para un tipo de arroz común a los 15 minutos debe estar el arroz totalmente visible, dejando 5 minutos más para que se quede sin nada de caldo.
Para un arroz tipo bomba que absorbe más el caldo (y el sabor) hay que dejarlo 5 minutos más. Es importante que el arroz no esté muy blando porque puede llegar a reventar adquiriendo una textura pastosa muy desagradable. Por ello es siempre preferible que el arroz haya quedado un poco durito que no blando y pastoso. Si ha quedado un poco duro, podemos tapar la paella con papel de aluminio unos 5 o 10 minutos. También podemos reservar un poco de caldo antes de echar el arroz por si tenemos que usarlo ahora. Dejar reposar unos 7 minutos antes de servir, bien en platos o bien en la misma paella. Imaginad lo difícil que resulta hacer dos paellas iguales, de ahí la fama que alcanzan los buenos paelleros o paelleras.
La paella lleva arroz redondo o tipo bomba, tomate (mucho mejor troceado que en bote), judía verde, garrofón (val. garrofó o fesol de garrofa), tavella, pollo y conejo. Se usa el azafrán para darle más sabor y color al arroz. Además, ocasionalmente, se pone romero después de añadir el arroz, que le da muy buen sabor, y a la hora de comer es muy popular añadir unas gotas de limón, pero solo se añade en caso de que haya salido algo quemada para disimularlo, pues si no, el autentico sabor queda enmascarado por la acidez del limón. En algunas comarcas también se añade pimiento al sofrito y, en temporada, alcachofas, a veces según la comarca, otras veces según la temporada de cada verdura. También es perfectamente legítimo el uso de carne de pato en vez de pollo, que da un sabor muy agradable al arroz y una textura especialmente melosa al plato.
Modo de preparación
Básicamente se elabora un sofrito con el ingrediente principal, normalmente pollo y conejo. Ponemos el aceite de oliva en la paella (la cantidad de aceite variará según el tamaño de la paella y la cantidad de carne) y se añade la carne y se sala, una vez bien frita la carne se añade la judía verde, el garrofón, la tabella y por último el tomate con un poco de ajo cortado muy fino.
Se rehogan las verduras junto al pollo y conejo removiéndolo frecuentemente, cuando esté la verdura rehogada se añade un poquito de pimentón dulce, se vuelve a remover (sin que se queme el pimentón), inmediatamente se añade agua hasta casi llenar la paella, se añade el colorante o azafrán y se hierve a fuego fuerte durante no menos de 30 minutos, (la norma es hervir hasta que el caldo reduzca alcanzando la altura de los remaches de las asas o un poco menos).
Se rectifica el punto de sal (que quede un pelín salado) y echamos el arroz (lo realmente difícil es saber la cantidad exacta de arroz, unos dicen que hay que hacer un "caballón" con el arroz de lado a lado de la paella hasta que sobresalga justo por encima del caldo, otros que doble de caldo que de arroz y otros según el tamaño de la paella ya saben de antemano si un kilo o medio o un kilo y cuarto, lo cierto es que cada uno tiene su truco). Para las personas menos expertas y que quieren un truco fácil para saber la relación caldo/arroz se aconseja una simple medición: normalmente para preparar cualquier tipo de arroz se echa el doble de agua que de arroz, pero como en la paella el agua debe dejarse hirviendo con la carne y la verdura hemos de aumentar la proporción de agua para no quedarnos cortos de caldo. "Ese poco más de agua" es un secreto que se aprende con la práctica, por ejemplo, si vamos a poner cuatro vasos de arroz pondremos no 8 vasos de agua sino unos 10 ó 11 de agua para el caldo. En base a esa relación, podemos calcular otras mayores o inferiores.
Remover el arroz para repartirlo de forma homogénea, una vez hecho esto ya no hay que volverlo a remover. Mantener a fuego vivo durante los primeros minutos de cocción del arroz. El tiempo que el arroz debe estar en cocción es diferente según la variedad. Para un tipo de arroz común a los 15 minutos debe estar el arroz totalmente visible, dejando 5 minutos más para que se quede sin nada de caldo.
Para un arroz tipo bomba que absorbe más el caldo (y el sabor) hay que dejarlo 5 minutos más. Es importante que el arroz no esté muy blando porque puede llegar a reventar adquiriendo una textura pastosa muy desagradable. Por ello es siempre preferible que el arroz haya quedado un poco durito que no blando y pastoso. Si ha quedado un poco duro, podemos tapar la paella con papel de aluminio unos 5 o 10 minutos. También podemos reservar un poco de caldo antes de echar el arroz por si tenemos que usarlo ahora. Dejar reposar unos 7 minutos antes de servir, bien en platos o bien en la misma paella. Imaginad lo difícil que resulta hacer dos paellas iguales, de ahí la fama que alcanzan los buenos paelleros o paelleras.
Popularidad
La popularidad de la paella es tal que se ha convertido en el plato estrella de la cocina española dentro y fuera del país. Hoy existen centenares de tipos de "paella", algunas con recetas realmente exóticas que no tienen nada que ver con la paella tradicional. Uno de estos tipos de paella es la conocida como "mixta", ya que mezcla la paella de carne (pollo y conejo) con la paella de mariscos. Existen infinidad de variaciones de este plato a lo largo de la gastronomía mundial.
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